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En este artículo vamos a intentar darte una visión, lo más global posible, sobre las ventajas y desventajas de este tipo de inversión. Es una opción escogida por muchos inversores particulares debido a su sencillez a la hora de aplicarlo, es decir, no necesitas grandes conocimientos financieros ni tienes que estar buscando dar el pelotazo. La parte negativa es que, tras este método sencillo, se esconden peligros sobre tus ahorros que hay que tener en mente antes de empezar con esta estrategia.

¿Qué es un dividendo?

Cuando una empresa obtiene beneficios puede optar por: guardarlo en caja, reinvertir en el negocio o repartirlo entre sus accionistas. Pueden ser las tres a la vez, solo una o dos opciones. Normalmente, cuando se decide dar un dividendo, se hace dividiendo el importe entre el número de acciones. De esta manera, si tienes 100 acciones y se reparte 1€ por acción, recibirás 100€ de dividendo.

¿En qué consiste la estrategia de inversión en dividendos?

Como decíamos al principio, es una forma sencilla de invertir. Consiste en comprar empresas sólidas, que cada año aumenten beneficios y repartan dividendos, y que estos crezcan cada año. La estrategia es fácil porque puedes comprar las mejores empresas del mundo y no necesitas tener conocimientos financieros para llevar a cabo este método, puesto que comprar Coca Cola, Microsoft o Procter & Gamble, en teoría, son empresas que deberían ser capaces de seguir aumentando cada año el dividendo.

Se debe buscar empresas que paguen una rentabilidad por dividendo del 4%, aunque en caso de dar una rentabilidad menor, con el paso del tiempo podría llegar o superar ese 4%. ¿Y por qué un 4% y no un 8%?  Por la regla del 4% que es un método para calcular el porcentaje de tus inversiones que puedes usar cada año sin que este dinero se acabe. Puedes leer más aquí.

La clave consiste en reinvertir los dividendos para que cada año recibas más dividendos, hasta tener un sueldo o un complemento al sueldo. Por ejemplo:

  • Año 1: 1000 acciones de 1€ cada una que pagan 0,04€ por acción = 40€. Reinvertimos y compramos 40 acciones más.
  • Año 2: 1040 acciones de 1€ cada una y como gana más beneficios ahora paga 0,041€ y recibimos un dividendo de 42,64€. Compramos 42 acciones más.
  • Año 3: 1082 acciones de 1€ cada una y paga un dividendo de 0,043€ y recibimos 46,53€ y compramos 46 acciones más

Pero no solo existe el pago en efectivo por dividendo, por lo que hay que seleccionar empresas que lo lleven a cabo de esta forma.

Tipos de dividendos

Dividendo a cuenta

Es el dividendo que se entrega como anticipo de los resultados esperados. Es decir, la empresa estima cuál va a ser el beneficio del año y adelanta el pago de ese dividendo. 

Dividendo complementario

Normalmente, el dividendo a cuenta se fracciona y se entrega una parte antes de tiempo, y el resto una vez se produce el beneficio real. A esta segunda parte se denomina dividendo complementario.

Dividendo extraordinario

Como el propio nombre indica es un dividendo que se entrega aparte del ordinario. Este dividendo no se obtiene de los beneficios del funcionamiento ordinario del negocio. Suelen ser dividendos cuya procedencia no son los beneficios generados por la actividad normal de explotación de la empresa, sino que se trata de beneficios de naturaleza extraordinaria como una venta de una parte del negocio. También puede darse por haber obtenido más beneficios de lo previsto en un periodo determinado y se decide repartir de forma puntual un porcentaje de esa ganancia extra.

Script dividend

Los script dividend o dividendo flexible son los pagos de dividendos en forma de acciones. Es decir, la empresa paga los dividendos mediante la emisión de acciones de la propia compañía, no en dinero en efectivo.  Normalmente te dan a elegir entre vender esas acciones o quedártelas. Son una ampliación de capital encubierta y tus acciones pasan a valer menos. Si decides vender esas nuevas acciones, tendrás un pago en efectivo, pero menos porción de la empresa y si decides quedártelas tendrás lo mismo que antes. Una forma de compensar esta dilución es si la compañía decide recomprar acciones en la misma proporción, pero normalmente es preferible huir de este tipo de dividendo.

invertir en acciones con dividendos

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la inversión en dividendos?

Ventajas

Como hemos visto hasta ahora, la inversión en dividendos es una estrategia fácil de seguir, tranquila y a largo plazo. Te puedes complicar lo que quieras, pero puede ser suficiente con comprar las mejores empresas del mundo que lleven repartiendo un dividendo creciente los últimos años (diez años es mejor que cinco), reinvertir lo cobrado y en un plazo largo (años ) tener un complemento o, directamente, un sueldo.

Desventajas

La primera desventaja de seguir esta estrategia es que, normalmente, no se tiene en cuenta el valor de las acciones sino sólo del dividendo, es decir, que mientras aumente el dividendo cada año y, como no compras para ganar dinero con la revalorización de las acciones, puedes estar perdiendo un 20% o más. El equivocarte a la hora de escoger las empresas es otro motivo. Normalmente, las mejores empresas darán una rentabilidad por dividendo baja, y puedes encontrar compañías que den una rentabilidad por dividendo del 5% o superior y comprarla. Hay que analizar bien el motivo de esa rentabilidad ya que puede ser una compañía que esté pasando por una situación dura y ese dividendo vaya a ser recortado en una parte o el 100%.

No diversificar sector ni mercado es un error común. Por ejemplo, si te centras en España, puedes encontrar empresas como Santander o Telefónica que llevan años pagando dividendos pero su valor se ha dividido por 10. Centrarte solo en España te habría llevado a tener pérdidas permanentes en tu cartera pese a cobrar un dividendo. Diversifica.

La principal desventaja de esta estrategia es la fiscalidad. Cuando recibes un dividendo, pagas un 19%, 21%, 23% o 26%. Puedes leer más sobre fiscalidad aquí. Esto quiere decir que si una empresa paga 1000€, tu solo vas a poder reinvertir 810€ a lo que también hay que restar las comisiones. No puedes aprovecharte de la magia del interés compuesto. A su vez, el pago de impuestos retrasa en años tu objetivo de cobro de dividendos puesto que cada año se te restará un 20% de media.

Además, como hemos hablado antes, no es recomendable solo invertir en España por lo que en el momento que inviertes fuera estarás expuesto a doble imposición. Por ejemplo, si recibes un dividendo de una empresa alemana, te van a retener en Alemania del 26% y luego en España de un 19%. Hay convenios con algunos países como Estados Unidos para evitar la retención en origen, pero es un factor más a tener en cuenta.

Una solución a la inversión en dividendos

Si la inversión en dividendos te sigue pareciendo la mejor estrategia, vamos a intentar aconsejarte lo que creemos que es mejor a la hora de llevar a cabo esta estrategia: los fondos de inversión.

Dentro de estos, existen los fondos de reparto, es decir, cada año reparten una parte del beneficio al inversor pero no es recomendable dado que tiene el mismo problema que el pago de dividendos dada su ineficiencia fiscal.

Los denominados fondos de acumulación son los que también invierten en empresas enfocadas en el reparto de dividendos pero que, como dice su nombre, acumulan los dividendos. Y la ventaja de un fondo de inversión frente a un particular es que solo pagan un 1% del beneficio en impuestos. Por lo que, siguiendo el ejemplo anterior, por cada 1000€ que recibes a nivel particular te llegaban 810€ y al fondo le llegan 999€. La magia del interés compuesto si surte efecto al tratarse de un fondo de inversión.

Desde Micappital, podemos asesorarte para invertir mediante esta estrategia y otras que pueden ser más efectivas para complementar. Nos adaptamos a tu perfil de riesgo y solo pagarás si te hacemos ganar dinero. 2€ por cada 1.000€, hasta un máximo de 20€. No nos importa el dinero que tengas solo asesorarte bien.